Pasada la Navidad, y a punto de dar la bienvenida al 2017, es hora de repasar el peor cine de 2016. Repito la habitual aclaración de estos artículos: a la hora de seleccionar los estrenos he tenido en cuenta el calendario español. He aumentado ligeramente la cifra que elegí para la lista de mis películas favoritas aunque no creo que haya sido una mala cosecha la de este año, las obras maestras compensan los desastres.
Este año he compaginado más el cine con series que me han enganchado mucho ('The Night Of', 'Westworld', 'Fleabag', 'Black Mirror' y 'Juego de Tronos' sería mi TOP 5) así que he intentado ser más selectivo y cuando he tenido la oportunidad de ver alguna película con muy malas críticas, o aspecto de bodrio evidente, he optado por cambiar de plan. Aun así, no me he librado de grandes decepciones y malas películas; de todo eso que preferiría olvidar, sobresalen 13 títulos:
'X-Men: Apocalipsis' ('X-Men: Apocalypse')
Bryan Singer está cómodo con estos personajes especiales y marginados, y como la anterior dio mucho dinero, parece que nadie le sugirió que dejase la batuta a otro (Matthew Vaughn hizo un estupendo trabajo con la 'Primera generación'). Ha agotado sus mejores ideas y ahora sólo puede apoyarse en los fuegos artificiales y las estrellas, que hacen lo que pueden con un guion terrible. Desaprovechar a este reparto debería castigarse con un periodo de tiempo sin dirigir.
'Dioses de Egipto' ('Gods of Egypt')
Alex Proyas sigue viviendo de las rentas y en lugar de replantearse su carrera, de alejarse de Hollywood por un tiempo, tacha a los críticos de "trastornados idiotas" por hablar claro sobre este fallido blockbuster, un bodrio colosal del que cuesta salvar algo. Los actores parecen estar en una comedia, pero lo más increíble es que ni siquiera impresiona el CGI y nunca da la impresión de ser una gran producción en la que se han gastado 140 millones de dólares.
'The Program'
Stephen Frears parece tomarse este biopic como un encargo tedioso; eso es lo que me transmite su narración. Siento que debe hacerlo pero no le interesa lo más mínimo. No percibo pasión o un punto de vista claro sobre un personaje y una polémica muy interesantes. Juega a todo y a nada, no arriesga, pone en imágenes el guion y espera que eso sea suficiente. Lo único destacable de este ladrillo es la transformación de Ben Foster como Lance Armstrong.
'Independence Day: Contraataque' ('Independence Day: Resurgence')
Roland Emmerich regresa al universo de su éxito más popular para intentar exprimirlo con más acción y mejores efectos visuales. Pero ya no hay sorpresas, falta Will Smith y no estamos ante un cineasta que pretende comerse el mundo, con esa mezcla de valentía e ingenuidad. Fracasa al ampliar la historia porque los nuevos personajes son planos y aburridos, sin el carisma de los viejos héroes, y como lo único que impresiona es la destrucción, sólo quieres que explote todo.
'Infierno azul' ('The Shallows')
Jaume Collet-Serra se recrea en la belleza de los paisajes, escenas de surf y el cuerpo de Blake Lively para rellenar metraje en esta inverosímil y simplona variación de 'Tiburón' ('Jaws') donde la heroína es una chica pija de extraordinaria resistencia física y mental, capaz de entenderse con las gaviotas en momentos de necesidad. La estética de videoclip con la que busca agilizar el montaje remata un thriller bochornoso. Sólo consigue que valore aún más el clásico de Spielberg.
'El caso Fischer' ('The Pawn Sacrifice')
Edward Zwick tropieza al intentar sumergir al espectador en la conflictiva mente de un genio del ajedrez mientras busca retratar un duelo mítico. No acierta en el retrato de personajes ni con los resortes del thriller psicológico y el film nunca funciona: le falta atmósfera, progresión y situaciones creíbles; en lugar de eso hay una torpe mezcla de tonos y personajes caricaturizados, en especial un Tobey Maguire sobreactuadísimo. Imposible tomársela en serio.
'Morgan'
Luke Scott cree que puede recordarnos a su padre, el ilustre autor de 'Alien', con este relato de terror y ciencia-ficción sobre un grupo de científicos (completamente inverosímiles) enfrentados a un ser nuevo y letal. Que, de manera previsible, desata un infierno. Uno se pregunta qué diablos pretendía hacer aquí el realizador, porque parece un torpe intento de tocar diferentes temas y no acierta en ninguno. Da pena ver a este repartazo trabajando con un guion tan lamentable.
'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares'
Tim Burton confirma su crisis creativa jugando con estos superhéroes. Nada sorprende, emociona o divierte en esta fantasía rutinaria, con torpes efectos visuales y personajes simplones que parecen muñecos mecánicos de una sola tarea. Y se suceden escenas absurdas, como la del fútbol o la zanahoria, en lugar de contar algo o profundizar en la existencia de estos huérfanos. Los únicos momentos inspirados son aquellos donde el autor escarba en su interior y compone imágenes siniestras.
'Snowden'
Oliver Stone tampoco sale del pozo con este innecesario y aburrido thriller que pretende desvelar una gran verdad, cuando hace años que se conoce (una vez más recomiendo el documental 'Citizenfour' de Laura Poitras, interpretada por Melissa Leo en este film). Lo grave es que nunca consigue que lo que está contando resulte creíble o interesante. Es como un mediocre telefilme de sobremesa, tan sobreactuado que a veces parece una parodia.
'El contable' ('The Accountant')
Gavin O'Connor reúne a un estupendo elenco para contarnos la disparatada historia de un hombre que es, al mismo tiempo, un genio matemático y una impresionante máquina de matar. También una buena persona que se preocupa por los demás y va regalando cuadros valorados en millones de dólares. También conocemos a una investigadora que busca en Google quién es Lewis Carroll. Un despropósito donde, sorprendentemente, brilla Ben Affleck (su inexpresividad encaja con el papel).
'La muerte de Luis XIV'
Albert Serra recrea el dormitorio del rey, está ahí tumbado y enfermo, intentando comer, beber o incorporarse, y se va muriendo mientras todos a su alrededor demuestran su incompetencia. Eso es todo. Lentamente, al ritmo natural de las cosas cuando se cobra por horas. El monarca intenta tragar. Un pie se le pone negro. Un charlatán recomienda semen de toro. ¿Qué interés hay en todo esto? ¿Esto es cine? Dos horas de un tío en la cama, gimiendo y tosiendo hasta que muere...
'El editor de libros' ('Genius')
Michael Grandage debuta con un torpe drama que intenta contarnos una amistad y un proceso creativo. Pocas cosas más complicadas de plasmar que el trabajo de un escritor, y aquí no tenemos a un gran narrador. Al contrario; no entiende los conflictos, no sabe dónde colocar la cámara y mezcla tonos con la esperanza de capturar algo similar a la vida. Los actores se le descontrolan, y en lugar de interpretaciones sinceras encontramos gente disfrazada realizando imitaciones.
'Infiltrado' ('The Infiltrator')
Brad Furman parece un joven apasionado del cine criminal que tiene la oportunidad de dirigir un ambicioso thriller; y en lugar de concentrarse en narrar lo que le han dado, de extraer la verdad y la emoción de una historia (auténtica) muy atractiva, hace un remix con tópicos y soluciones que le molan. Una vez más: personajes desatados que encajarían más en una parodia, descontrol narrativo, tonos mal mezclados y la sensación constante de pérdida de tiempo.
Aquí concluye mi lista de horrores cinematográficos del año. ¿Cuáles son las peores películas que has visto en 2016?